miércoles, 24 de mayo de 2023

el alcoholismo

¿Qué es el alcoholismo?
Las adicciones a sustancias tóxicas son enfermedades crónicas que afectan al cerebro y a la conducta, caracterizadas por la dependencia a una o varias drogas nocivas para el organismo. En este caso, el alcoholismo se refiere a la adicción que tiene una persona al alcohol.

Existen dos tipos de alcoholismo:

Tipo I: se da en adultos y se caracteriza por tener etapas con grandes ingestas puntuales con intervalos de abstemia, pero estos intervalos son cada vez más pequeños y pueden comportar una gran dependencia y el desarrollo de enfermedad hepáticas. Tipo II: se da en adolescentes y está relacionado muchas veces son un historial violento. El aumento del consumo de alcohol no es progresivo.
 

¿Qué síntomas presenta el alcoholismo?
Los síntomas de la adicción al alcohol son:

Ansiedad por consumirlo Pérdida del control Incapacidad para parar de beber Dependencia física, que provoca el síndrome de abstinencia (sudoraciones, fiebre, temblores) cuando se deja de tomarlo Tolerancia (necesidad de beber cada vez mayores cantidades de alcohol)
Además, el consumo excesivo de esta droga conlleva graves problemas de salud, tanto mentales (depresión, psicosis) como físicos (daños en hígado, cerebro), e incluso la muerte.

 

La prevención de esta enfermedad
debe empezar desde la adolescencia
 

¿Cuáles son las causas del alcoholismo?
Actualmente no existe una causa común, sino que existen varios factores importantes en el desarrollo de esta enfermedad. Por ejemplo, una persona con un padre o una madre alcohólico tiene más probabilidad de adquirirlo.

Otra causa está relacionada con factores psicológicos, es decir, conflicto en relaciones interpersonales, necesidad de aliviar la ansiedad, depresión, aceptación social del consumo de alcohol o baja autoestima.

 

¿Se puede prevenir el alcoholismo?
La prevención de esta enfermedad debe empezar desde la adolescencia, evitando que el adolescente beba alcohol antes de los 18 años.

Para ello, es importante la actitud de la familia, no sólo prohibiéndoles, sino también no consumir alcohol con frecuencia delante de ellos ni hablar de cuánto bebían de jóvenes, ya que así el joven puede ver el consumo de alcohol como algo normal y deseable cuando se está con amigos.

También es importante informar al adolescente de las consecuencias que tiene el alcohol y mejorar sus habilidades sociales y su autoestima.

 

¿En qué consiste el tratamiento del alcoholismo?
Dado que el alcoholismo tiene varias causas, el tratamiento debe realizarse desde un enfoque multidisciplinar.

El primer paso es que el paciente reconozca la adicción. Para tratar el síndrome de abstinencia, puede ser necesario el ingreso hospitalario. Esta fase se llama desintoxicación, y la última fase es la deshabilitación, que tiene como objetivo que el paciente no beba nunca más.

El tratamiento es multidisciplinar, de manera que incluye terapia psicológica, como:

Terapia de grupo o individual Psicoterapia familiar o de pareja Prevención de recaídas Administración de fármacos Grupos de autoayuda Servicios sociales Atención especializada
 

¿Qué especialista trata el alcoholismo?
El especialista encargado de tratar el alcoholismo es el psiquiatra y el psicólogo

la drogadicción

Qué es la Drogadicción?

Se llama drogadicción, drogodependencia o farmacodependencia a la dependencia patológica a sustancias estimulantes o alteradoras del sistema nervioso central, capaces de inducir alucinaciones y estados alterados de conciencia, afectando el juicio, las emociones y los sentidos.

Dichas sustancias, conocidas como drogas o psicotrópicos, pueden ser de origen natural o sintético y se encuentran en su mayoría prohibidas por la ley.

La drogadicción es un fenómeno global de salud pública que tiene repercusiones en otras problemáticas sociales como pueden ser la criminalidad, el abandono escolar, la prostitución y el suicidio.

Se considera que las poblaciones infantiles y adolescentes son las más vulnerables a este fenómeno, ya que carecen de las estructuras de juicio y la madurez necesarias para protegerse a sí mismos.

Existen casos de adicción a drogas legales, como fármacos y medicamentos, pero en particular se teme a las drogas sintéticas, químicas, diseñadas para generar un altísimo efecto de dependencia y esclavizar mediante su consumo al individuo que, con tal de consumir, es capaz de sacrificar elementos materiales, morales y afectivos que en otras condiciones le serían indispensables.

Historia de la drogadicción

drogas - rituales - drogadicción
Las drogas han jugado un rol importante en rituales mágicos.

La adicción a sustancias psicoactivas ha acompañado al hombre desde épocas antiguas, ya que éstas han jugado a menudo un rol importante en actos rituales y mágicos (como los chamánicos) para inducir a los individuos a un estado “elevado” de conciencia.

Sustancias como el alcohol, el tabaco o la cocaína tienen presencia en la civilización desde tiempos inmemoriales, así como las prohibiciones o limitaciones de su consumo, dado el efecto nocivo (social, físico, psicológico) que pueden tener sobre los individuos que los consumen en exceso o constantemente.

Clasificación de las drogas

drogadicción - alucinógenos
Los alucinógenos inducen percepciones misteriosas o irreales en los sentidos.

Las drogas pueden ser sustancias de diverso origen: sintético (creadas en laboratorio) o natural (derivadas de plantasanimales y hongos), pero tienen en común un efecto distorsionador de las emociones y las sensaciones, que puede ir desde sueños lúcidos, sensaciones de placer y euforia, hasta alucinaciones de diversos grados.

Las drogas usualmente se clasifican según su efecto en el organismo, de la siguiente manera:

  • Estimulantes. Aquellas sustancias que producen un “subidón” o efecto de hiperactividad o agrandamiento en las emociones y los niveles de energía del individuo.
  • Alucinógenos. Inducen percepciones erradas, misteriosas o irreales en los sentidos del individuo, permitiéndole ver lo que no está allí o incluso experimentar sueños lúcidos.
  • Depresores. Aquellos que más bien tranquilizan y adormecen al individuo, disminuyendo su actividad corporal e induciendo a la relajación.

Otra clasificación posible es según su nivel de dependencia:

  • Drogas duras. Aquellas cuyo efecto de dependencia es inmediato e intenso, como la heroína.
  • Drogas blandas. Aquellas cuyo efecto de dependencia es más leve y requiere de un uso prolongado que las convierta en hábito.

Diagnóstico de la drogadicción

drogadicción
La abstinencia puede causar angustia y malestar físico.

Según los especialistas del área psiquiátrica (DSM-IV-TR y CIE-10), deben cumplirse ciertos rasgos de consumo y de comportamiento en los individuos para que puedan ser considerados drogadictos. Basta con que se presenten tres de los siguientes en un período continuado de 12 meses:

  • Tolerancia creciente a la sustancia. Ésta hace cada vez menos efecto y se debe consumir más cantidad para sentir el mismo efecto.
  • Síndrome de abstinencia. Cuando deja de consumir la sustancia por un tiempo prolongado, el individuo se angustia, se siente físicamente mal o se desespera a niveles más o menos incontrolables.
  • Descontrol del consumo. La sustancia se consuma en cantidades mayores o durante mucho más tiempo de los que inicialmente se deseaba.
  • Sufrimiento por el consumo. El consumo de la sustancia se produce a pesar de conocer sus efectos nocivos sobre la vida (social, física, emocional) del individuo, y a menudo acompañado de un intenso (pero ineficaz) deseo de controlar el consumo o suspenderlo.
  • Obsesión por consumir. El individuo abandona progresivamente todos los otros intereses que no tengan que ver con el consumo de la sustancia.

Etapas de la drogadicción

Usualmente se identifican tres etapas en el ciclo de la drogadicción, que se retroalimentan y generan cada vez más daños psicológicos y físicos:

  • Angustia por consumir. El individuo siente un fuerte deseo de consumir y un malestar incluso físico de no hacerlo a tiempo. Esto se conoce también como el “craving” (del inglés: to crave, desear muy intensamente).
  • Consumo descontrolado. La sustancia finalmente es consumida a pesar de las propias reservas que pueda tener el individuo y al costo (moral, económico, social) que le signifique.
  • Culpabilidad. El consumo genera una sensación de culpa una vez que el segmento eufórico o de bienestar transcurre, y el individuo se promete no consumir más o no consumir de la misma manera, una promesa que no podrá cumplirse una vez que inicie el craving.

Sobredosis

drogadicción - drogas - sobredosis
El consumo excesivo de drogas puede causar una sobredosis.

Dado que la continua exposición a las drogas va atenuando su efecto en el individuo, éste tiende a incrementar la dosis para poder sentir lo mismo y así se aproxima cada vez más al límite mortal del consumo, pudiendo exponerse a una dosis mayor de la que su cuerpo (a menudo debilitado por la adicción) puede soportar.

Consecuencias de la drogadicción

Las consecuencias de la drogadicción son devastadoras en el individuo y en su entorno sociofamiliar, e incluyen:

  • Incapacidad para llevar una vida normal. Eventualmente la droga se adueña de la vida del sujeto consumidor, que empieza a sacrificar cada vez más cosas para tenerla: paga más y más dinero (y a menudo pierde la capacidad normal de generarlo), vende objetos personales, etc.
  • Daño físico y psicológico. Más allá del daño emocional que produce en el individuo el ciclo de culpa y desesperación que le destruye su vida, el consumo descontrolado puede conducir a daños físicos (contagio de enfermedades, desnutrición por falta de apetito) o incluso neuronales.
  • Aislamiento. Dado lo destructivo del ciclo, los sujetos adictos a la droga suelen aislarse y ser rechazados por sus entornos afectivos: parejas, familiares y amigos, quienes pueden ser víctima de sus necesidades.
  • Muerte. Por sobredosis, por complicaciones derivadas o por violencia callejera, dado que el adicto se maneja usualmente en ambientes ilícitos.

Causas de la drogadicción

Mucha de la población mundial emplea drogas blandas de manera absolutamente recreativa y corriendo riesgos moderados. Pero otras personas pueden refugiarse en las drogas para evadir situaciones difíciles de su vida personal, como traumas, pérdidas o sensaciones crónicas de malestar.

Drogadicciones legales

drogadicción
Las drogas legales están controladas por la ley y por eso son toleradas.

Existe también la posibilidad de hacerse adicto a sustancias de consumo legal, como el alcohol, el cigarrillo, las pastillas para dormir, incluso el café.

Sin embargo, al estar controladas por la ley (y a pesar de que muchas le cuesten la vida a no pocas personas al año), su consumo es tolerado e incluso incentivado abiertamente en la sociedad de consumo.

Prevención de la drogadicción

Para prevenir la drogadicción, sobre todo en las poblaciones vulnerables, se debe informar y educar apropiadamente respecto a ellas y sin tabúes, así como formar valores personales y pasiones vitales que sirvan de contrapeso a lo seductor de las drogas. También resulta indispensable contar con organismos de tratamiento y atención al adicto, que sirvan a la vez para recuperar a los adictos y para disuadir a los posibles consumidores.

Principales drogas consumidas

pastillas
El éxtasis es una de las drogas de mayor consumo.

Las drogas más consumidas del mundo son la marihuana (cannabis), la cocaína en sus diversas presentaciones (polvo, piedras o “crack”), la heroína, el éxtasis (pastillas), el alcohol, el tabaco y los ansiolíticos (pastillas para dormir).


martes, 23 de mayo de 2023

taller de deportes extremos

 

Deporte extremo

Rápel en cascada, TapijulapaMéxico.

Los deportes extremosdeportes de aventura o deportes de riesgo controlado son todas aquellas actividades de ocio o profesionales con un componente deportivo que comparten una real o aparente peligrosidad por las condiciones difíciles o arriesgadas en las que se practican.1

Concepto[editar]

Deportes extremos es un término popular que se ha usado para calificar ciertas actividades o disciplinas, que tienen un alto nivel de riesgo inherente. El objetivo es llegar a superarse a uno mismo y para ello, es necesario el desarrollo de cualidades físicas, habilidades motoras, gran resistencia general y, sobre todo, una gran preparación psicológica y de vínculos sociales entre los participantes.

Bajo este concepto se agrupan muchos deportes con distintos desafíos, donde predomina el autocontrol, la determinación, el manejo del miedo y la concentración, ya que se pone en riesgo la integridad física en su ejecución.2​ También implican cierta dosis de exigencia física y preparación para la aplicación de diferentes técnicas que ayudan controlar los riesgos.

Características deporte extremo[editar]

Paracaidismo.

Su característica principal es la existencia de un riesgo que pueda poner en peligro la integridad física y la vida de la persona que lo práctica. También se caracteriza por la aplicación de técnicas y destrezas para preservar la integridad y la condición psicóloga de desafío o reto.

Un deporte, no considerado extremo, se puede definir así si se practica bajo condiciones especiales o circunstancias particulares habituales en él. Por ejemplo, la escalada en roca a unos centímetros del suelo (escalada en bloque) no se considera “deporte extremo”, pero si se realiza en una pared vertical rocosa a varios metros de altura, entonces sí se le aplica el término.3

En el deporte de contacto con la naturaleza, el objetivo se centra en vencer los obstáculos presentados por determinados elementos naturales, tales como el agua, la montaña, la nieve, el campo, la fauna, etc. Existen distintos deportes y actividades recreativas desarrolladas en ambientes naturales, el concepto de aventura se debe a la existencia de un cierto riesgo controlado que permite experimentar sensaciones en los participantes.

El deporte de aventura se diferencia del turismo de aventura, principalmente porque en el primero no existe una relación contractual de carácter económico, la cual es desarrollada por personas cuya relación en la práctica de la actividad es exclusivamente recreativa, deportiva (deportistas, grupos de amigos, familias) o académica (escuelas de deportes, clubes deportivos, etc.), generándose una relación instructor-alumno. Las actividades de turismo aventura, se derivan de la práctica del deporte aventura ya sea por deportistas, fuera de su lugar de residencia habitual, o por personas que desean experimentar la práctica de estos deportes en el medio natural pero debe existir una relación económica (prestador de servicios-cliente) que permite definir claramente las responsabilidades contractuales entre un prestador (tour operador, agencia, guía de turismo) que ofrezca este servicio y un cliente (excursionista o turista) quien está dispuesto a pagar por estos servicios.

El excursionismo o trekking es un término que se utiliza erróneamente como un sinónimo del término deporte de aventura.

Los deportes extremos tienen varias características como:4

  • No hay reglamentación fija.
  • No hay horario específico.
  • Las prácticas varían el ritmo y la intensidad.
  • Los deportes son originales y creativos.
  • Hay una constante búsqueda de placer y satisfacción.
  • Sensaciones de riesgo y aventura.
  • Necesidad de autorrealización.
  • Satisfacción de preferencias.
  • Control de emociones.
  • Compromiso personal.
  • Liberación psíquica y física.
  • Búsqueda de nuevos retos.
  • Influencia de modas.

Tipos de deporte de aventura[editar]

Existen distintos tipos de deportes de aventura, según el medio en el que se realicen.

Terminología[editar]

Deportista de aventura.

El término “deporte extremo” no es adecuado aplicarlo cuando se realiza simplemente una actividad recreativa o turismo no de masas, turismo cultural, turismo histórico, turismo arqueológico, etc. Tampoco debe estar definido por las condiciones medioambientales, algo bastante subjetivo y dependiente del grado de preparación. En cambio, el término puede aplicarse cuando se practica un deporte en los límites actuales de desarrollo, sea montañismo, atletismo, gimnasia o cualquier otro.

Actualmente, en algunos países se empieza a utilizar el término “deporte de aventura” cuando se practican deportes de más alto riesgo de lo normal sin ser profesionales. Un ejemplo de esto es la diferencia que existe entre “espeleología” y “espeleísmo”: el primero se refiere a una actividad científica, mientras que el segundo hace referencia a aquellas personas que lo practican por deporte.

Deportes considerados Extremos[editar]

Beneficios del deporte de aventura[editar]

Son muchos los beneficios de practicar deporte de aventura, entre ellos:

  • Unión de deporte y naturaleza: los deportes de aventura son un tipo de ejercicio que se suele practicar al aire libre, y por lo tanto se realizan principalmente rodeados de naturaleza. Practicar este tipo de actividades permite disfrutar del medio ambiente mientras se realiza deporte.
  • Turismo activo: practicar deportes de aventura también supone realizar un tipo de turismo distinto. Permite alejarse del bullicio de las grandes ciudades y disfrutar de la naturaleza. En consecuencia, y tras la práctica del deporte, es muy beneficioso para rebajar los niveles de estrés.
  • Contacto con otras personas: el turismo de aventura es un tipo de actividad que también promueve el contacto social. Este tipo de deportes se suelen realizar con la familia y amigos o incluso con compañeros de trabajo, lo que ayuda a mejorar el trabajo en equipo y la relación con otras personas.5

jueves, 18 de mayo de 2023

teller de álgebra



El brillo púrpura del hidrógeno en su estado de plasma, el más abundante del universo

En la física clásica y la química general, la materia ordinaria es cualquier sustancia con masa y que ocupa un espacio al tener volumen.[cita requerida]1​ Todos los objetos cotidianos que se pueden tocar están compuestos, en última instancia, de átomos, que a su vez están formados por partículas subatómicas que interactúan entre sí. Tanto en el uso cotidiano como en el científico, «materia» incluye generalmente los átomos y todo lo que esté formado por ellos, así como cualquier partícula (o combinación de partículas) que actúe como si tuviera masa en reposo y volumen. Sin embargo, en el uso moderno se considera materia (en oposición al espacio-tiempo) a cualquier campo cuántico, formado por partículas másicas o no-másicas como los fotones2​ : 21 3​ que pueden interactuar con otras formas de materia, y con los detectores e instrumentos físicos usados para su medición. Para algunos físicos cualquier tipo de entidad física capaz de interaccionar gravitatoriamente es materia, en esa acepción la materia incluiría a los fotones e incluso a la materia oscura.


Introducción

La materia formada por átomos existe en varios estados (también conocidos como fases). Entre ellos se encuentran las fases clásicas de la vida cotidiana, como el sólido, el líquido y el gas —por ejemplo, el agua existe en forma de hielo, agua líquida y vapor gaseoso—, pero también son posibles otros estados, como el plasma, los condensados de Bose‑Einstein, los condensados fermiónicos y el plasma de cuarks‑gluones.4​ Normalmente, los átomos pueden imaginarse como un núcleo de protones y neutrones y una «nube» circundante de electrones en órbita que ocupan espacio.5​6​ Sin embargo, esto solo es algo correcto porque las partículas subatómicas y sus propiedades se rigen por su naturaleza cuántica, lo que significa que no actúan como parecen actuar los objetos cotidianos, pueden actuar como ondas y como partículas. No tienen tamaños ni posiciones bien definidos. En el Modelo estándar de la física de partículas, la materia no es un concepto fundamental porque los constituyentes elementales de los átomos son entidades cuánticas que no tienen un «tamaño» o «volumen» inherente en ningún sentido ordinario de la palabra. Debido al principio de exclusión de Pauli y a otras interacciones fundamentales, algunas «partículas puntuales» conocidas como fermiones (cuarks, leptones), y muchos compuestos y átomos, se ven efectivamente obligados a mantener una distancia con otras partículas en condiciones cotidianas; esto crea la propiedad de la materia que nos aparece como materia que ocupa espacio. Durante gran parte de la historia de las ciencias naturales, se ha contemplado la naturaleza exacta de la materia. La idea de que la materia estaba formada por bloques de construcción discretos, la llamada «teoría de las partículas de la materia», apareció de forma independiente en la antigua Grecia y en la antigua India en el i milenio a. C.7​ Entre los primeros filósofos que propusieron la «teoría de las partículas de la materia» se encuentran Kanada (hacia el siglo vi a. C. o posterior),8​ Leucipo (~490 a. C.) y Demócrito (~470‑380 a. C.).9​


Diferencia entre materia y masa

La materia no debe confundirse con la masa, ya que ambas no son lo mismo en la física moderna.10​ La materia es un término general que describe cualquier «entidad física» que se distribuye por el espacio-tiempo y tiene asociada una cierta cantidad de energía. Por el contrario, la masa no es una sustancia, sino una propiedad de la materia y de otras sustancias o sistemas; dentro de la física se definen varios tipos de masa, que incluyen, entre otros, la masa en reposo, la masa inercial, la masa relativista y la masa‑energía. Hasta el siglo xx se pensó que la masa era medida válida para la cantidad de materia, pero la teoría cuántica de campos al aclarar el origen del masa, puso en duda esta idea. Así un protón es 1836 veces más pesado que un electrón, pero en realidad no es que un protón tenga 1836 veces más de algo que el electrón, sino que la intensidad del acomplamiento con el campo de Higgs del electrón y los quarks que forman los protones y neutrones explican una parte de la diferencia de masa, y la cromodinámica cuántica al explicar la estructura interna de protones y neutrones aclara por qué estos son más pesados. Pero en ningún caso se trata de una mayor cantidad de algo. Mientras que hay diferentes opiniones sobre lo que debe considerarse la materia, la masa de una sustancia tiene definiciones científicas exactas. Otra diferencia es que la materia tiene un «opuesto» llamado antimateria, pero la masa no tiene opuesto, es decir, no existe la «antimasa» o masa negativa, por lo que se sabe, aunque los científicos discuten el concepto. La antimateria tiene la misma propiedad de masa (es decir, positiva) que su homóloga la materia normal. Los distintos campos de la ciencia utilizan el término materia de formas diferentes, y a veces incompatibles. Algunas de estas formas se basan en significados históricos poco precisos, de cuando no había razón para distinguir la masa de la simple cantidad de materia. No existe un único significado científico de «materia» acordado universalmente. Científicamente, el término «masa» está bien definido, pero «materia» puede definirse de varias maneras. A veces, en física, la «materia» se equipara simplemente a las partículas que presentan masa en reposo (es decir, que no pueden viajar a la velocidad de la luz), como los cuarks y los leptones. Sin embargo, en la física y la química, la materia presenta propiedades ondulatorias y de partículas, la llamada dualidad onda‑corpúsculo (también llamada «dualidad onda‑partícula»).11​12​13​


Definición

Véase también: Materia (física)

Basada en los átomos


Distribución estimada de materia y energía oscura en el Universo, en la actualidad y en los momentos iniciales del universo14​

Una definición de «materia» basada en su estructura física y química es: la materia está formada por átomos.15​ Esta materia atómica también se denomina a veces materia ordinaria. Por ejemplo, las moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN) son materia según esta definición porque están formadas por átomos. Esta definición puede ampliarse para incluir los átomos y las moléculas cargadas, para incluir los plasmas (gases de iones) y los electrolitos (soluciones iónicas), que no se incluyen en la definición de átomos. También se puede adoptar la definición de protones, neutrones y electrones. Hasta el primer tercio del siglo xx se creyó que la mayor parte del universo estaba formado por materia ordinaria y fotones, sin embargo, el descubrimiento de la materia oscura reveló que la mayor parte de la materia de las galaxias era algo que no parecía ser materia ordinaria, formada por átomos. El descubrimiento de la expansión acelerada del universo, hacia 1998, mostró que en realidad también existía otra forma exótica de materia llamada energía oscura (el nombre es confuso, pero se presupone que podría ser un campo de materia). Así las cosas, hacia 2013 las mediciones detalladas del satélite Planck Surveyor mostraron que la materia ordinaria parecía ser solo alreedor del 5% de toda la materia del universo. Mientras que la composición exacta de la materia oscura y la energía oscura se desconoce; su efecto sobre la rotación de las galaxias y la expansión del universo permite estimar que la materia oscura supone cerca de un 27% de todo el universo y la energía oscura cerca de un 68% del mismo.16​14​


Basada en protones, neutrones y electrones

La definición de «materia» es más fina que la de los átomos y las moléculas: la materia está compuesta por lo que forman los átomos y las moléculas, es decir, todo lo que esté formado por protones con carga positiva, neutrones neutros y electrones con carga negativa.17​ Sin embargo, esta definición va más allá de los átomos y las moléculas, ya que incluye sustancias hechas a partir de estos bloques de construcción que no son simplemente átomos o moléculas, por ejemplo, los haces de electrones de un viejo televisor de tubo de rayos catódicos o la materia de las enanas blancas, normalmente núcleos de carbono y oxígeno en un mar de electrones degenerados. A nivel microscópico, las «partículas» constitutivas de la materia, como los protones, los neutrones y los electrones, obedecen a las leyes de la mecánica cuántica y presentan la dualidad onda‑corpúsculo. A un nivel aún más profundo, los protones y los neutrones están formados por cuarks y los campos de fuerza (gluones) que los unen, lo que lleva a la siguiente definición.


Basada en cuarks y leptones


Bajo la «definición basada en quarks y leptones», las partículas elementales y compuestas formados de cuarks (en púrpura) y leptones (en verde) serían la «materia»; mientras los bosones «izquierda» (en rojo) no serían materia. Sin embargo, la energía de interacción inherente a partículas compuestas (por ejemplo, gluones, que implica a los neutrones y los protones) contribuye a la masa de la materia ordinaria.

Como se ha visto anteriormente, muchas de las primeras definiciones de lo que puede llamarse «materia ordinaria» se basaban en su estructura o «bloques de construcción». Una definición que sigue esta tradición puede enunciarse a escala de las partículas elementales: «la materia ordinaria es todo lo que está compuesto por cuarks y leptones», o «la materia ordinaria es todo lo que está compuesto por cualquier fermión elemental excepto los anticuarks y los antileptones».18​19​20​ La conexión entre estas formulaciones es la siguiente.


Los leptones (el más famoso es el electrón) y los cuarks (de los que están hechos los bariones, como los protones y los neutrones) se combinan para formar átomos, formando moléculas. Como se dice que los átomos y las moléculas son materia, es natural formular la definición: «la materia ordinaria es cualquier cosa hecha de lo mismo que están hechos los átomos y las moléculas». (Sin embargo, nótese que también se puede hacer a partir de estos bloques de construcción materia que no sea átomos ni moléculas). Entonces, como los electrones son leptones, y los protones y neutrones están hechos de cuarks, esta definición, a su vez, lleva a la definición de la materia como «cuarks y leptones», que son dos de los cuatro tipos de fermiones elementales (los otros dos son los anticuarks y los antileptones, que pueden considerarse antimateria como se describe más adelante). Carithers y Grannis afirman: «La materia ordinaria está compuesta en su totalidad por partículas de primera generación, es decir, los cuarks [arriba] y [abajo], más el electrón y su neutrino».19​ (Las partículas de generaciones superiores decaen rápidamente en partículas de primera generación, por lo que no se encuentran habitualmente)21​.


Esta definición de la materia ordinaria es más sutil de lo que parece a primera vista. Todas las partículas que componen la materia ordinaria (leptones y cuarks) son fermiones elementales, mientras que todas las partículas portadoras de fuerza son bosones elementales.22​ Los bosones W y Z que median la fuerza débil no están hechos de cuarks ni de leptones y, por tanto, no son materia ordinaria, aunque tengan masa.23​ En otras palabras, la masa no es exclusiva de la materia ordinaria.


Sin embargo, la definición de materia ordinaria de los cuarks y los leptones identifica los bloques elementales de la materia e incluye los compuestos hechos a partir de sus componentes (átomos y moléculas, por ejemplo). Estos compuestos contienen una energía de interacción que mantiene unidos a los constituyentes y puede constituir la mayor parte de la masa del compuesto. Por ejemplo, en gran medida, la masa de un átomo es simplemente la suma de las masas de los protones, neutrones y electrones que lo componen. Sin embargo, si se profundiza, los protones y neutrones están formados por cuarks unidos por campos de gluones (véase la dinámica de la cromodinámica cuántica); estos campos de gluones contribuyen significativamente a la masa de los hadrones.24​ En otras palabras, la mayor parte de lo que compone la «masa» de la materia ordinaria se debe a la energía de unión de los cuarks dentro de los protones y neutrones.25​ Por ejemplo, la suma de la masa de los tres cuarks en un nucleón es de aproximadamente 12,5 MeV/c2, lo que es poco comparado con la masa de un nucleón (aproximadamente 938 MeV/c2).26​27​ La conclusión es que la mayor parte de la masa de los objetos cotidianos procede de la energía de interacción de sus componentes elementales.


El Modelo estándar agrupa las partículas de la materia en tres generaciones, en las que cada generación está formada por dos cuarks y dos leptones. La primera generación está formada por los cuarks arriba y abajo, el electrón y el neutrino electrónico; la segunda incluye los cuarks encantado y extraño, el muon y el neutrino muónico; la tercera generación está formada por los cuarks cima y fondo y el tau y el neutrino tauónico.28​ La explicación más natural para esto sería que los cuarks y leptones de generaciones superiores son estados excitados de las primeras generaciones. Si esto resulta ser así, implicará que los cuarks y los leptones son partículas compuestas y no partículas elementales.29​


Esta definición de materia de los cuarks y los leptones también conduce a lo que puede describirse como leyes de «conservación de la materia (neta)», que se expondrá más adelante. Como alternativa, se podría volver al concepto de masa‑volumen‑espacio de la materia, lo que llevaría a la siguiente definición, en la que la antimateria se incluye como una subclase de la materia.


Basada en fermiones elementales (masa, volumen y espacio)

Una definición estándar o tradicional de materia ordinaria es «cualquier cosa que tenga masa y volumen (ocupe espacio)».30​31​ Por ejemplo, se diría que un coche está hecho de materia, ya que tiene masa y volumen (ocupa espacio). La observación de que la materia ocupa el espacio se remonta a la antigüedad. Sin embargo, la explicación de por qué la materia ocupa el espacio es reciente. Se argumenta que es el resultado del fenómeno descrito en el principio de exclusión de Pauli,32​33​ que se aplica a los fermiones. Dos ejemplos en los que el principio de exclusión relaciona la materia con la ocupación del espacio son las estrellas enanas blancas y las estrellas de neutrones, que se analizan más adelante.


Así, la materia másica o fermiónica puede definirse como todo lo que está compuesto por fermiones elementales. Aunque no nos encontremos con ellas en la vida cotidiana, los anticuarks (como el antiprotón) y los antileptones (como el positrón) son las antipartículas del cuark y del leptón, son también fermiones elementales y tienen esencialmente las mismas propiedades que los quarks y los leptones, incluida la aplicabilidad del principio de exclusión de Pauli, que puede decirse que impide que dos partículas estén en el mismo lugar al mismo tiempo (en el mismo estado), es decir, hace que cada partícula «ocupe espacio». Esta definición particular lleva a que la materia se defina para incluir cualquier cosa hecha de estas partículas de antimateria, así como el cuark y el leptón ordinarios, y por lo tanto también cualquier cosa hecha de mesones, que son partículas inestables formadas por un cuark y un anticuark.


Por otra parte la materia bosónica formada fundamentalmente por fotones y otros bosones de guage no satisface le principio de exclusión de Pauli y, por tanto, no tiende a ocupar un volumen. De toda esta materia, la mayor parte carece de masa inercial, por estar formada por bosones sin masa como los fotones, aunque los bosones débiles sí tienen masa, aunque al no ser fermiones no ocuparían volumen en el mismo sentido que la materia ordinaria.


En la relatividad general y la cosmología

Artículo principal: Masa y energía en relatividad general

En el contexto de la relatividad, la masa no es una cantidad aditiva, en el sentido de que no se pueden sumar las masas en reposo de las partículas de un sistema para obtener la masa en reposo total del sistema.2​: 21  Así, una visión más general de la relatividad es que no es la suma de las masas en reposo, sino el tensor energía‑momento el que cuantifica la cantidad de materia. Este tensor da la masa en reposo de todo el sistema. Por tanto, a veces se considera «materia» cualquier cosa que contribuya a la energía‑momento de un sistema, es decir, cualquier cosa que no sea puramente gravedad.34​35​ Este punto de vista es común en los campos que se ocupan de la relatividad general, como la cosmología. Según este punto de vista, la luz y otras partículas y campos sin masa forman parte de la «materia».


Estructura

En física de partículas, los fermiones son partículas que obedecen a la estadística de Fermi‑Dirac. Los fermiones pueden ser elementales, como el electrón, o compuestos, como el protón y el neutrón. El Modelo estándar tiene dos tipos de fermiones elementales: los cuarks y los leptones, que se analizan a continuación.


Cuarks

Artículo principal: Cuark

Los cuarks son partículas masivas de espín 1⁄2, lo que implica que son fermiones. Tienen una carga eléctrica de −1⁄3 e (cuarks de tipo down) o de +2⁄3 e (cuarks de tipo up). En comparación, un electrón tiene una carga de −1 e. También llevan una carga de color, el equivalente a la carga eléctrica de la interacción fuerte. Los cuarks también sufren desintegración radiactiva, lo que significa que están sujetos a la interacción débil.



Bariónica

Artículo principal: Barión

Los bariones son fermiones que interactúan fuertemente y están sujetos a la estadística de Fermi‑Dirac. Entre los bariones están los protones y los neutrones, que se encuentran en los núcleos atómicos. Sin embargo, también existen muchos otros bariones inestables. El término barión suele referirse a los tricuarks, partículas formadas por tres cuarks. Además, los bariones «exóticos» formados por cuatro cuarks y un anticuark se conocen como pentacuarks, pero su existencia no está generalmente aceptada.


La materia bariónica es la parte del universo formada por bariones (incluidos todos los átomos). Esta parte del universo no incluye la energía oscura, la materia oscura, los agujeros negros ni diversas formas de materia degenerada, como las que componen las estrellas enanas blancas y las estrellas de neutrones. La luz de microondas observada por la Wilkinson Microwave Anisotropy Probe sugiere que solo un 4,6 % de la parte del universo que está al alcance de los mejores telescopios (es decir, la materia que puede ser visible porque la luz podría llegar hasta nosotros desde ella) está formada por materia bariónica. Alrededor del 26,8 % es materia oscura, y alrededor del 68,3 % es energía oscura.37​


La gran mayoría de la materia ordinaria del universo no se ve, ya que las estrellas visibles y el gas dentro de las galaxias y los cúmulos representan menos del 10 % de la contribución de la materia ordinaria a la densidad de masa‑energía del universo.38​



Comparación entre la enana blanca IK Pegasi B (centro), su compañera de clase A IK Pegasi A (izquierda) y el Sol (derecha). Esta enana blanca tiene una temperatura superficial de 35 500 K.

Hadrónica

La materia hadrónica puede referirse a la materia bariónica «ordinaria» formada por hadrones (bariones y mesones) o a la materia QCD (una generalización de los núcleos atómicos), es decir, la materia CDC de «baja» temperatura.39​ Incluye la materia degenerada y el resultado de las colisiones de núcleos pesados de alta energía.40​


Degenerada

Artículo principal: Materia degenerada

En física, la materia degenerada se refiere al estado básico de un gas de fermiones a una temperatura cercana al cero absoluto.41​ El principio de exclusión de Pauli exige que solo dos fermiones puedan ocupar un estado cuántico, uno con espín arriba y otro con espín abajo. Por lo tanto, a temperatura cero, los fermiones llenan suficientes niveles para acomodar todos los fermiones disponibles y, en el caso de muchos fermiones, la energía cinética máxima (llamada energía de Fermi) y la presión del gas llegan a ser muy grandes y dependen del número de fermiones más que de la temperatura, a diferencia de los estados normales de la materia.


Se cree que la materia degenerada se produce durante la evolución de las estrellas pesadas.42​ La demostración de Subrahmanyan Chandrasekhar de que las estrellas enanas blancas tienen una masa máxima permitida debido al principio de exclusión provocó una revolución en la teoría de la evolución estelar.43​


La materia degenerada incluye la parte del universo formada por las estrellas de neutrones y las enanas blancas.


Extraña

Artículo principal: Materia extraña

La materia extraña es una forma particular de materia de cuarks, que suele considerarse como un líquido de cuarks arriba, abajo y extraño. Se contrapone a la materia nuclear, un líquido de neutrones y protones (formado por cuarks arriba y abajo), y a la materia de cuarks no extraños, que es un líquido de cuarks que solo contiene cuarks arriba y abajo. A una densidad suficientemente alta, se espera que la materia extraña sea superconductora del color. La hipótesis es que la materia extraña se encuentra en el núcleo de las estrellas de neutrones o, de forma más especulativa, en forma de gotas aisladas cuyo tamaño puede variar desde los femtómetros (strangelets) hasta los kilómetros (estrella de cuarks).


Dos significados

En la física de partículas y la astrofísica, el término se utiliza de dos maneras, una más amplia y otra más específica.


El significado más amplio es simplemente materia de cuarks que contiene tres sabores de cuarks: arriba, abajo y extraño. En esta definición existe una presión crítica y una densidad crítica asociada. Cuando la materia nuclear (formada por protones y neutrones) se comprime más allá de esta densidad, los protones y neutrones se disocian en cuarks, dando lugar a la materia de cuarks (probablemente materia extraña).

El significado más restringido es el de materia de cuarks, que es más estable que la materia nuclear. La idea de que esto pueda ocurrir es la «hipótesis de la materia extraña» de Bodmer44​ y Witten.45​ En esta definición, la presión crítica es cero: el verdadero estado básico de la materia es siempre materia de cuarks. Los núcleos que vemos en la materia que nos rodea, que son gotitas de materia nuclear, son metaestables y, dado el tiempo suficiente (o el estímulo externo adecuado), decaerían en gotitas de materia extraña, es decir, strangelets.

Leptones

Artículo principal: Leptón

Los leptones son partículas de espín 1⁄2, lo que significa que son fermiones. Tienen una carga eléctrica de −1 e (leptones cargados) o 0 e (neutrinos). A diferencia de los cuarks, los leptones no tienen carga de color, lo que significa que no experimentan la interacción fuerte. Los leptones también sufren desintegración radiactiva, lo que significa que están sujetos a la interacción débil. Los leptones son partículas masivas; por lo que están sujetos a la gravedad.



la ecuación E = mc2 de Albert Einstein. Estas nuevas partículas pueden ser fotones de alta energía (rayos gamma) u otros pares partícula‑antipartícula. Las partículas resultantes están dotadas de una cantidad de energía cinética igual a la diferencia entre la masa en reposo de los productos de la aniquilación y la masa en reposo del par partícula‑antipartícula original, que suele ser bastante grande. Dependiendo de la definición de «materia» que se adopte, puede decirse que la antimateria es una subclase particular de la materia o lo contrario de la materia.


La antimateria no se encuentra de forma n

ón radiactiva, los rayos o los rayos cósmicos). Esto se debe a que la antimateria que llegara a existir en la Tierra fuera de los confines de un laboratorio de física adecuado se encontraría casi instantáneamente con la materia ordinaria de la que está hecha la Tierra y se aniquilaría. Las antipartículas y algunas antimaterias estables (como el antihidrógeno) pueden fabricarse en cantidades mínimas, pero no en cantidad suficiente para hacer algo más que probar algunas de sus propiedades teóricas.


En la ciencia y la ciencia ficción se especula mucho sobre por qué el universo observable es casi enteramente materia (en el sentido de cuarks y leptones, pero no de anticuarks o antileptones) y si, en cambio, otros lugares son casi enteramente antimateria (anticuarks y antileptones). Se cree que en el universo primitivo la materia y la antimateria estaban igualmente representadas. La desaparición de la antimateria requiere una asimetría en las leyes físicas llamada violación de la simetría CP (carga‑paridad), que puede obtenerse del Modelo estándar.54​ Sin embargo, en este momento, la aparente asimetría de la materia y la antimateria en el universo visible es uno de los problemas importantes sin resolver en la física. Los posibles procesos por los que se produjo se estudian con más detalle en el apartado de la bariogénesis.


Las partículas de antimateria pueden definirse por su número bariónico o leptónico negativo. En cambio, las partículas de materia «normal» (no antimateria) tienen un número de bariones o leptones positivo.55​ Estas dos clases de partículas son la pareja de antipartículas de la otra.


En octubre de 2017 los científicos informaron de una nueva prueba de que la materia y la antimateria, igualmente producidas en el Big Bang, son idénticas, deberían aniquilarse mutuamente y, como resultado, el universo no debería existir.56​57​ Esto implica que algo desconocido para los científicos debe haber detenido la completa destrucción mutua de la materia y la antimateria en el universo en formación temprana o que dio lugar a un desequilibrio entre las dos formas.


Conservación

NO conservación de la masa

En química y los fenómenos de la física clásica la masa es una magnitud conservada. Sin embargo, cuando se consideran fenómenos de la física nuclear, como la fusión, la fisión o la desintegración de partíulas, la masa no se conserva estrictamente. Por eso, ni en física relativista, ni en física cuántica existe una ley de conservación de la masa.


Conservación bariónica y leptónica

Aun así se pueden definir dos magnitudes asociadas a la "cantidad de materia", en el sentido cuark‑leptón (y antimateria en el sentido anticuark‑antileptón), que experimentalmente sí parecen conservarse esta son: el número bariónico y el número leptónico, se conservan en el modelo estándar de la física de partículas. Un barión, como un protón o un neutrón, tiene un número bariónico de uno, y un cuark, como hay tres en un barión, tiene un número bariónico de 1/3. Así, la cantidad neta de materia, medida por el número de cuarks (menos el número de anticuarks, cada uno con un número bariónico de −1/3), es proporcional al número bariónico. El número de leptones (menos los antileptones), llamado número leptónico, es prácticamente imposible de modificar en ningún proceso. Incluso en una bomba nuclear, ninguno de los bariones (protones y neutrones de los que se componen los núcleos atómicos) se destruye. Hay tantos bariones después como antes de la reacción, por lo que ninguna de estas partículas de materia se destruye. Ninguna se convierte en partículas no materiales (como los fotones de luz o la radiación). En su lugar, se libera la energía de enlace nuclear (y tal vez cromodinámico), ya que estos bariones se unen en núcleos de tamaño medio que tienen menos energía (y, equivalentemente, menos masa) por nucleón en comparación con los núcleos originales pequeños (hidrógeno) y grandes (plutonio, etc.). Incluso en la aniquilación electrón‑positrón, no hay materia neta que se destruya porque al principio había cero materia neta (cero números totales leptónicos y números bariónicos) antes de la aniquilación —un leptón menos un antileptón es igual a cero número neto de leptones— y esta cantidad neta de materia no cambia, ya que simplemente sigue siendo cero después de la aniquilación.58​


En contrapartida el número de bosones, no se conserva, estos al ser sus propias antipartículas pueden generarse o aniquilarse por interacción entre ellos, sin que exista un número bosónico constante. Por tanto, la única manera consistente de definir una cantidad de materia fija sería en términos de números bariónicos y leptónicos. Los bariones y leptones pueden crearse, pero los antibariones o antileptones acompañan su creación; pueden destruirse aniquilándolos con antibariones o antileptones. Como los antibariones/antileptones tienen números bariónicos/leptónicos negativos, los números bariónicos/leptónicos totales no se modifican, por lo que la materia se conserva. Sin embargo, tanto los bariones/leptones como los antibariones/antileptones tienen masa positiva, por lo que la cantidad total de masa no se conserva. Además, fuera de las reacciones nucleares naturales o artificiales, casi no hay antimateria disponible en general en el universo (véase la asimetría de bariones y la leptogénesis), por lo que la aniquilación de partículas es rara en circunstancias normales.


Materia y energía oscuras

La materia ordinaria, en la definición de cuarks y leptones, constituye aproximadamente el 4 % de la energía del universo observable. El resto de la energía se teoriza que se debe a formas exóticas, de las cuales el 23 % es materia oscura, y el 73 % es energía oscura.


Materia oscura

Artículos principales: Materia oscura, Modelo Lambda-CDM y WIMP.

Véanse también: Formación y evolución de las galaxias y Halo de materia oscura.

En astrofísica y cosmología, la materia oscura es una materia de composición desconocida que no emite ni refleja suficiente radiación electromagnética para ser observada directamente, pero cuya presencia puede inferirse a partir de los efectos gravitatorios sobre la materia visible. Las pruebas de observación del universo primitivo y la teoría del Big Bang exigen que esta materia tenga energía y masa, pero no que esté compuesta por bariones ordinarios (protones y neutrones). La opinión comúnmente aceptada es que la mayor parte de la materia oscura es no bariónica. Como tal, está compuesta por partículas aún no observadas en el laboratorio. Tal vez se trate de partículas supersimétricas, no de partículas del Modelo estándar, sino de reliquias formadas a muy altas energías en la fase inicial del universo y que aún perduran.


Energía oscura

Artículo principal: Energía oscura

En cosmología, se denomina energía oscura a la fuente de la influencia repelente que acelera el ritmo de expansión del universo. Su naturaleza exacta es un misterio, aunque sus efectos pueden modelarse razonablemente asignando al vacío propiedades similares a las de la materia, como la densidad de energía y la presión.

«(trad.) Un 70 % de la densidad de materia del universo parece estar en forma de energía oscura. El 26 % es materia oscura. Sólo el 4 % es materia ordinaria. Así pues, menos de una parte de cada 20 está formada por la materia que hemos observado experimentalmente o que se describe en el Modelo estándar de la física de partículas. Del otro 96 %, aparte de las propiedades mencionadas, no sabemos absolutamente nada».

Lee Smolin (2007), The Trouble with Physics, pág. 16

Concepto filosófico de la materia

Desde el comienzo de la filosofía, y en casi todas las culturas, se encuentra este concepto vagamente formulado como lo que permanece por debajo de las apariencias cambiantes de las cosas de la naturaleza. Según esa idea, todo lo observable está dado en sus diversas y cambiantes apariencias en un soporte o entidad en la que radica el movimiento y cambio de las cosas: la materia.


Principio único o diversos de la materia

Una cuestión filosófica importante fue si toda la materia o sustrato material tenía un principio único o tenía diversas fuentes. Que dicho sustrato sea uno solo o varios principios materiales (aire, fuego, tierra y agua), fue cuestión planteada por los filósofos milesios; los eleatas, en cambio, cuestionaron la realidad del movimiento y, junto con los pitagóricos, fundamentaron el ser en un principio formal del pensamiento, dejando a la materia meramente como algo indeterminado e inconsistente, un no‑ser.


La teoría atomista de la materia

Mayor trascendencia histórica ha tenido la teoría atomista de la antigüedad, puesta de nuevo en vigor por el mecanicismo racionalista en el siglo xvii y xviii, que supuso el soporte teórico básico para el nacimiento de la ciencia física moderna.


Hilemorfismo

Platón y sobre todo Aristóteles elaboraron el concepto de forma, correlativo y en contraposición a la materia, dándole a esta el carácter metafísico y problemático que ha tenido a lo largo de la historia del pensamiento, al mismo tiempo que ha servido como concepto que se aplica en otros contextos.


Fue Aristóteles quien elaboró el concepto de materia de forma más completa, si bien el aspecto metafísico quedó relegado a la escolástica.


Para Aristóteles, siguiendo la tradición de los milesios y de Platón, la característica fundamental de la materia es la receptividad de la forma. La materia puede ser todo aquello capaz de recibir una forma. Por eso ante todo la materia es potencia de ser algo, siendo el algo lo determinado por la forma.


En función de este concepto hay tantas clases de materias como clases de formas capaces de determinar a un ser. Puesto que el movimiento consiste en un cambio de forma de la sustancia, el movimiento se explica en función de la materia como potencia y el acto como forma de determinación de la sustancia.


La materia, en tanto que sustancia y sujeto, es la posibilidad misma del movimiento. Hay tantas clases de materia cuantas posibles determinaciones de la sustancia en sus predicados.


Cuando las determinaciones son accidentales la materia viene dada por la situación de la sustancia en potencia respecto a recepción de una nueva forma. Así el estar sentado en acto es materia en potencia para estar de pie; el movimiento consiste en pasar de estar de pie en potencia, a estar de pie en acto.


El problema es la explicación del cambio sustancial que se produce en la generación y corrupción de la sustancia. Aparece aquí el concepto metafísico de materia prima, pura potencia de ser que no es nada, puesto que no tiene ninguna forma de determinación.


La tradicional fórmula escolástica por la que se suele definir la materia prima da idea de que realmente es difícil concebir una realidad que se corresponda con dicho concepto: No es un qué (sustancia), ni una cualidad, ni una cantidad ni ninguna otra cosa por las cuales se determina el ser. Una definición meramente negativa que incumple las leyes mismas de la definición.


Materialismo

El materialismo es la idea que postula que la materia es lo primario y que la conciencia existe como consecuencia de un estado altamente organizado de esta, lo que produce un cambio cualitativo.


En cuanto a la relación del pensamiento humano y el mundo que nos rodea y la cognoscibilidad de ese mundo, el materialismo afirma que el mundo es material y que existe objetivamente, independientemente de la conciencia. Según esta concepción, la conciencia y el pensamiento se desarrollan a partir de un nivel superior de organización de la materia, en un proceso de reflejo de la realidad objetiva.


El materialismo también sostiene que la materia no ha sido creada de la nada, sino que existe en la eternidad y que el mundo y sus regularidades son cognoscibles por el humano, ya que es posible demostrar la exactitud de ese modo de concebir un proceso natural, reproduciéndolo nosotros mismos, creándolo como resultado de sus mismas condiciones y además poniéndolo al servicio de nuestros propios fines, dando al traste con la “cosa en sí, inasequible”.


Estados de agregación

En el Tratado elemental de química (1789) de Antoine‑Laurent de Lavoisier se mencionan los tres estados de agregación de la materia conocidos hasta antes del descubrimiento del plasma en el siglo xix: el sólido, el líquido y el estado "elástico y aeriforme"59​ La palabra "gas" fue inventada por Jan Baptista van Helmont en 1648 para nombrar a lo que previamente se conocía como "aire". Todavía en 1774 puede observarse este uso, por ejemplo, en la obra Experimentos y observaciones sobre diferentes clases de aire de Joseph Priestley60​ pero en el tratado de Lavoisier el término "gas" se utiliza extensivamente. El plasma fue descubierto en 1879 por William Crookes, quien lo denominó "materia radiante".61​ El término "plasma" sería usado por primera vez en 1929 por Irving Langmuir.62​ Entre 1924 y 1925 se predijo el quinto estado de la materia por Satyendra Nath Bose y Albert Einstein, por lo cual sería llamado condensado de Bose‑Einstein. El gas cuántico de Fermi fue creado por primera vez en 1999 en el JILA de la Universidad de Colorado, al igual que el condensado molecular fermiónico, en 2003.63​


Ley de la conservación de la materia

Como hecho científico la idea de que la masa se conserva se remonta al químico Lavoisier, el científico francés considerado padre de la Química moderna que midió cuidadosamente la masa de las sustancias antes y después de intervenir en una reacción química, y llegó a la conclusión de que la materia, medida por la masa, no se crea ni destruye, sino que solo se transforma en el curso de las reacciones. Sus conclusiones se resumen en el siguiente enunciado: En una reacción química, la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma. El mismo principio fue descubierto antes por Mijaíl Lomonosov, de manera que es a veces citado como ley de Lomonosov‑Lavoisier, más o menos en los siguientes términos: La masa de un sistema de sustancias es constante, con independencia de los procesos internos que puedan afectarle, es decir, "La suma de los productos, es igual a la suma de los reactivos, manteniéndose constante la masa". Sin embargo, tanto las técnicas modernas como el mejoramiento de la precisión de las medidas han permitido establecer que la ley de Lomonosov‑Lavoisier, se cumple solo aproximadamente.


La equivalencia entre masa y energía, descubierta por Einstein, obliga a rechazar la afirmación de que la masa convencional se conserva, porque masa y energía son mutuamente convertibles. De esta manera se puede afirmar que la masa relativista equivalente (el total de masa material y energía) se conserva, pero la masa en reposo puede cambiar, como ocurre en aquellos procesos relativistas en que una parte de la materia se convierte en fotones. La conversión en reacciones nucleares de una parte de la materia en energía radiante, con disminución de la masa en reposo, se observa por ejemplo en procesos de fisión como la explosión de una bomba atómica, o en procesos de fusión como la emisión constante de energía que realizan las estrellas.


Distribución de materia en el universo


Según estimaciones recientes, resumidas en este gráfico de la NASA, alrededor del 70 % del contenido energético del Universo consiste en energía oscura, cuya presencia se infiere en su efecto sobre la expansión del Universo pero sobre cuya naturaleza última no se sabe casi nada.

Según los modelos físicos actuales, solo aproximadamente el 5 % de nuestro universo está formado por materia másica ordinaria. Se supone que una parte importante de esta masa sería materia bariónica formada por bariones y electrones, que solo supondrían alrededor de 1/1850 de la masa de la materia bariónica. El resto de nuestro universo se compondría de materia oscura (23%) y energía oscura (72%).


A pesar de que la materia bariónica representa un porcentaje tan pequeño, la mitad de ella todavía no se ha encontrado. Todas las estrellas, galaxias y gas observable forman menos de la mitad de los bariones que debería haber. La hipótesis principal sobre el resto de materia bariónica no encontrada es que, como consecuencia del proceso de formación de estructuras posterior al big bang, está distribuida en filamentos gaseosos de baja densidad que forman una red por todo el universo y en cuyos nodos se encuentran los diversos cúmulos de galaxias. Recientemente (mayo de 2008) el telescopio XMM‑Newton de la agencia espacial europea ha encontrado pruebas de la existencia de dicha red de filamentos.64​


Propiedades intrínsecas de la materia

Masa

En física, masa (del latín massa) es una magnitud que expresa la cantidad de materia de un cuerpo, medida por la inercia de este, que determina la aceleración producida por una fuerza que actúa sobre él.65​ Es una propiedad intrínseca de los cuerpos que determina la medida de la masa inercial y de la masa gravitacional. La unidad utilizada para medir la masa en el Sistema Internacional de Unidades es el kilogramo (kg).66​


Materia no‑másica

Una gran parte de la energía del universo corresponde a formas de materia formada por partículas o campos que no presentan masa, como la luz y la radiación electromagnética, las dos formada por fotones. Junto con estas partículas no másicas, se postula la existencia de otras partículas como el gravitón, el fotino y el gravitino, que serían todas ellas partículas sin masa aunque contribuyen a la energía total del universo.


Materia másica

Artículo principal: Materia (física)

La materia másica está organizada en varios niveles y subniveles. La materia másica puede ser estudiada desde los puntos de vista macroscópico y microscópico. Según el nivel de descripción adoptado debemos adoptar descripciones clásicas o descripciones cuánticas. Una parte de la materia másica, concretamente la que compone los astros subenfriados y las estrellas, está constituida por moléculas, átomos, e iones. Cuando las condiciones de temperatura lo permite la materia se encuentra condensada.


Carga eléctrica

La carga eléctrica es una propiedad física intrínseca de algunas partículas subatómicas que se manifiesta mediante fuerzas de atracción y repulsión entre ellas a través de campos electromagnéticos. La materia cargada eléctricamente es influida por los campos electromagnéticos, siendo, a su vez, generadora de ellos. La denominada interacción electromagnética entre carga y campo eléctrico es una de las cuatro interacciones fundamentales de la física. Desde el punto de vista del modelo estándar la carga eléctrica es una medida de la capacidad que posee una partícula para intercambiar fotones.


Una de las principales características de la carga eléctrica es que, en cualquier proceso físico, la carga total de un sistema aislado siempre se conserva. Es decir, la suma algebraica de las cargas positivas y negativas no varía en el tiempo.


La carga eléctrica es de naturaleza discreta, fenómeno demostrado experimentalmente por Robert Millikan. Por razones históricas, a los electrones se les asignó carga negativa: −1, también expresada −e. Los protones tienen carga positiva: +1 o +e. A los quarks se les asigna carga fraccionaria: ±1/3 o ±2/3, aunque no se los ha podido observar libres en la naturaleza.67​


Las investigaciones actuales de la física apuntan a que la carga eléctrica es una propiedad cuantizada. La unidad más elemental de carga se encontró que es la carga que tiene el electrón, es decir alrededor de 1,602 176 487(40) × 10−19 culombios (C) y es conocida como carga elemental.68​ El valor de la carga eléctrica de un cuerpo, representada como q o Q, se mide según el número de electrones que posea en exceso o en defecto.69​


Impenetrabilidad

En física, la impenetrabilidad (de impenetrable) es la resistencia que opone una porción de materia a que otra ocupe su mismo lugar en el espacio. Ningún cuerpo puede ocupar al mismo tiempo el lugar de otro. Así mismo, la impenetrabilidad es la resistencia que opone un cuerpo a ser traspasado. Se encuentra en la categoría de propiedad general. Debe notarse que la impenetrabilidad se refiere a la capacidad de la materia ordinaria para no ser penetrada por fragmentos de materia ordinaria. Esto es importante ya que por ejemplo la materia ordinaria puede ser fácilmente traspasada por partículas de materia no‑ordinaria como los neutrinos, que pueden atravesar grandes capas de materia sin interaccionar con ella.


Volviendo al caso de la materia ordinaria, la impenetrabilidad depende del principio de exclusión de Pauli por el cual los electrones, como partículas fermiónicas que son, se ven obligados a ocupar diferentes capas, con lo cual hacen que un átomo estable sea una estructura con amplia extensión en el espacio. Cuando dos fragmentos de materia ordinaria se aproximan entre sí, los respectivos átomos se acercan, pero debido a la restricción impuesta por el principio de Pauli, sus nubes electrónicas no pueden interpenetrarse de lo que resulta una repulsión efectiva. Esta es, en último término, la causa de la impenetrabilidad de la materia ordinaria.


Dualidad onda‑partícula

De acuerdo con la física clásica existen diferencias claras entre onda y partícula. Una partícula tiene una posición definida en el espacio y tiene masa mientras que una onda se extiende en el espacio caracterizándose por tener una velocidad definida y masa nula. La dualidad onda‑corpúsculo, también llamada dualidad onda‑partícula es un fenómeno cuántico, bien comprobado empíricamente, por el cual muchas partículas pueden exhibir comportamientos típicos de ondas en unos experimentos mientras aparecen como partículas compactas y localizadas en otros experimentos. Dado ese comportamiento dual, es típico de los objetos mecanocúanticos, donde algunas partículas pueden presentar interacciones muy localizadas y como ondas exhiben el fenómeno de la interferencia.


Actualmente se considera que la dualidad onda‑partícula es un “concepto de la mecánica cuántica según el cual no hay diferencias fundamentales entre partículas y ondas: las partículas pueden comportarse como ondas y viceversa”. (Stephen Hawking, 2001)


Este es un hecho comprobado experimentalmente en múltiples ocasiones. Fue introducido por Louis‑Victor de Broglie, físico francés de principios del siglo xx. En 1924 en su tesis doctoral, inspirada en experimentos sobre la difracción de electrones, propuso la existencia de ondas de materia, es decir que toda materia tenía una onda asociada a ella. Esta idea revolucionaria, fundada en la analogía con que la radiación tenía una partícula asociada, propiedad ya demostrada entonces, no despertó gran interés, pese a lo acertado de sus planteamientos, ya que no tenía evidencias de producirse. Sin embargo Einstein reconoció su importancia a raíz de sus resultados de los experimentos del efecto fotoeléctrico. En 1905, el mismo año que formuló su teoría de la relatividad especial, Albert Einstein propuso una descripción matemática de este fenómeno que parecía funcionar correctamente y en la que la emisión de electrones era producida por la absorción de cuantos de luz que más tarde serían llamados fotones. En un artículo titulado "Un punto de vista heurístico sobre la producción y transformación de la luz" mostró cómo la idea de partículas discretas de luz podía explicar el efecto fotoeléctrico y la presencia de una frecuencia característica para cada material por debajo de la cual no se producía ningún efecto. Por esta explicación del efecto fotoeléctrico Einstein recibiría el Premio Nobel de Física en 1921. En 1929 De Broglie recibió el Nobel en Física por su trabajo.


Antimateria

A la mayor parte de las partículas de la naturaleza le corresponde una antipartícula que posee la misma masa, el mismo espín, pero contraria carga eléctrica. Algunas partículas son idénticas a su antipartícula, como por ejemplo el fotón, que no tiene carga. Pero no todas las partículas de carga neutra son idénticas a su antipartícula. Siempre hemos tenido la impresión de que las leyes de la naturaleza parecían haber sido diseñadas para que todo fuese simétrico entre partículas y antipartículas hasta que los experimentos de la llamada violación CP (violación carga‑paridad) encontraron que la simetría temporal se violaba en ciertos sucesos de la naturaleza. El exceso observado de bariones con respecto a los anti‑bariones, en el universo, es uno de los principales problemas sin respuesta de la cosmología.


Los pares partícula‑antipartícula pueden aniquilarse entre ellos si se encuentran en el estado cuántico apropiado. Estos estados pueden producirse en varios procesos. Estos procesos se usan en los aceleradores de partículas para crear nuevas partículas y probar las teorías de la física de partículas. Los procesos de altas energías en la naturaleza pueden crear antipartículas, y éstos son visibles debido a los rayos cósmicos y en ciertas reacciones nucleares. La palabra antimateria se refiere a las antipartículas elementales, los compuestos de antipartículas hechos con estas (como el antihidrógeno) y formaciones mayores que pueden hacerse con ellos.


La antimateria es la extensión del concepto de antipartícula a la materia. Así, la antimateria es una forma de materia menos frecuente que está constituida por antipartículas, en contraposición a la materia común, que está compuesta de partículas.70​71​72​ Por ejemplo, un antielectrón (un electrón con carga positiva, también llamado positrón) y un antiprotón (un protón con carga negativa) podrían formar un átomo de antimateria, de la misma manera que un electrón y un protón forman un átomo de hidrógeno. El contacto entre materia y antimateria ocasiona su aniquilación mutua; esto no significa su destrucción, sino una transformación que da lugar a fotones de alta energía, que producen rayos gamma y otros pares partícula‑antipartícula.


Espín

El espín (del inglés spin 'giro, girar') es una propiedad física de las partículas elementales por el cual tienen un momento angular intrínseco de valor fijo. El espín fue introducido en 1925 por Ralph Kronig e, independientemente, por George Uhlenbeck y Samuel Goudsmit. La otra propiedad intrínseca de las partículas elementales es la carga eléctrica. El espín proporciona una medida del momento angular intrínseco de toda partícula. En contraste con la mecánica clásica, donde el momento angular se asocia a la rotación de un objeto extenso, el espín es un fenómeno exclusivamente cuántico, que no se puede relacionar de forma directa con una rotación en el espacio. La intuición de que el espín corresponde al momento angular debido a la rotación de la partícula en torno a su propio eje solo debe tenerse como una imagen mental útil, puesto que, tal como se deduce de la teoría cuántica relativista, el espín no tiene una representación en términos de coordenadas espaciales, de modo que no se puede referir ningún tipo de movimiento. Eso implica que cualquier observador al hacer una medida del momento angular detectará inevitablemente que la partícula posee un momento angular intrínseco total, difiriendo observadores diferentes solo sobre la dirección de dicho momento, y no sobre su valor (este último hecho no tiene análogo en mecánica clásica).73​


Niveles de organización de la materia

Partículas subatómicas

Una partícula subatómica es aquella que es más pequeña que el átomo. Puede ser una partícula elemental o una compuesta, a su vez, por otras partículas subatómicas.


Las partículas elementales son los constituyentes elementales de la materia; más precisamente son partículas que no están constituidas por partículas más pequeñas ni se conoce que tengan estructura interna.74​


En física de partículas, los fermiones son partículas que obedecen la estadística de Fermi‑Dirac. Los fermiones pueden ser elementales, como el electrón, o compuestos, como el protón y el neutrón. En el Modelo estándar hay dos tipos de fermiones elementales: los leptones y los quarks, que se exponen a continuación.75​


Estos quarks y leptones interactúan mediante cuatro interacciones fundamentales: gravedad, electromagnetismo, interacciones débiles, e interacciones fuertes. El Modelo estándar es actualmente la mejor explicación de toda la física, pero a pesar de las décadas de esfuerzos, la gravedad aún no puede ser considerada en el nivel cuántico; solo es descrita por la física clásica (véase gravedad cuántica y gravitón). 76​Las interacciones entre quarks y leptones son el resultado de un intercambio de partículas que transportan fuerza (como fotones) entre los quarks y los leptones. 77​Las partículas que transportan fuerza no son componentes básicos de la materia. En consecuencia, masa y energía no siempre pueden relacionarse con materia. Por ejemplo, los portadores de la fuerza eléctrica (fotones) poseen la energía (según la constante de Planck) y los portadores de la fuerza débil (los bosones W y Z) son masivos, pero ninguno es considerado tampoco como materia. 78​Sin embargo, aunque estas partículas no son consideradas como materia, contribuyen realmente a la masa total de los átomos o de las partículas subatómicas.79​



Estructura de quark de un protón: 2 quarks arriba y 1 quark abajo.

Átomos

Un átomo es la unidad fundamental estructural de la materia que tiene las propiedades de un elemento químico.80​Una sustancia química81​ es una clase particular de materia homogénea constituida por átomos, ya sean libres o enlazados entre sí, en proporciones definidas.82​83​84​


La estructura fundamental de un átomo se encuentra constituida por un núcleo bariónico de protones y neutrones, y una nube orbital de electrones atraídos debido a la fuerza electromagnética.


Generalidades del núcleo atómico

Artículo principal: Núcleo atómico

Los protones y los neutrones en el núcleo son atraídos el uno al otro por una fuerza diferente, la fuerza nuclear, que es generalmente más fuerte que la fuerza electromagnética que repele los protones cargados positivamente entre sí. Bajo ciertas circunstancias, más acentuado cuanto mayor número de protones tenga el átomo, la fuerza electromagnética repelente se vuelve más fuerte que la fuerza nuclear y los nucleones pueden ser expulsados o desechados del núcleo, dejando tras de sí un elemento diferente: desintegración nuclear que resulta en transmutación nuclear.


El número de protones en el núcleo define a qué elemento químico pertenece el átomo: por ejemplo, todos los átomos de cobre contienen 29 protones. El número de neutrones define el isótopo del elemento.85​


Los núcleos atómicos tienen algún tipo de estructura interna, por ejemplo los neutrones y protones parecen estar orbitando unos alrededor de los otros, hecho que se manifiesta en la existencia del momento magnético nuclear. Sin embargo los experimentos revelan que el núcleo se parece mucho a una esfera o elipsoide compacto de 10−15 m (= 1 fm), en el que la densidad parece prácticamente constante. Naturalmente el radio varía según el número de protones y neutrones, siendo los núcleos más pesados y con más partículas algo más grandes.



Diagrama de Segrè, en rojo los núcleos estables, en otros colores los núcleos inestables coloreados según el período de desintegración. Obsérvese que un ligero exceso de neutrones favorece la estabilidad en átomos pesados.

Los núcleos atómicos se comportan como partículas compuestas a energías suficientemente bajas. Así mismo, la mayoría de núcleos atómicos por debajo de un cierto peso atómico y que además presentan un equilibrio entre el número de neutrones y el número de protones (número atómico) son estables. Sin embargo sabemos que los neutrones aislados y los núcleos con demasiados neutrones (o demasiados protones) son inestables o radiactivos.


La explicación de esta estabilidad de los núcleos reside en la existencia de los piones. Aisladamente los neutrones pueden sufrir, vía interacción débil, la siguiente desintegración:



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