Qué es la Drogadicción?
Se llama drogadicción, drogodependencia o farmacodependencia a la dependencia patológica a sustancias estimulantes o alteradoras del sistema nervioso central, capaces de inducir alucinaciones y estados alterados de conciencia, afectando el juicio, las emociones y los sentidos.
Dichas sustancias, conocidas como drogas o psicotrópicos, pueden ser de origen natural o sintético y se encuentran en su mayoría prohibidas por la ley.
La drogadicción es un fenómeno global de salud pública que tiene repercusiones en otras problemáticas sociales como pueden ser la criminalidad, el abandono escolar, la prostitución y el suicidio.
Se considera que las poblaciones infantiles y adolescentes son las más vulnerables a este fenómeno, ya que carecen de las estructuras de juicio y la madurez necesarias para protegerse a sí mismos.
Existen casos de adicción a drogas legales, como fármacos y medicamentos, pero en particular se teme a las drogas sintéticas, químicas, diseñadas para generar un altísimo efecto de dependencia y esclavizar mediante su consumo al individuo que, con tal de consumir, es capaz de sacrificar elementos materiales, morales y afectivos que en otras condiciones le serían indispensables.
Historia de la drogadicción
La adicción a sustancias psicoactivas ha acompañado al hombre desde épocas antiguas, ya que éstas han jugado a menudo un rol importante en actos rituales y mágicos (como los chamánicos) para inducir a los individuos a un estado “elevado” de conciencia.
Sustancias como el alcohol, el tabaco o la cocaína tienen presencia en la civilización desde tiempos inmemoriales, así como las prohibiciones o limitaciones de su consumo, dado el efecto nocivo (social, físico, psicológico) que pueden tener sobre los individuos que los consumen en exceso o constantemente.
Clasificación de las drogas
Las drogas pueden ser sustancias de diverso origen: sintético (creadas en laboratorio) o natural (derivadas de plantas, animales y hongos), pero tienen en común un efecto distorsionador de las emociones y las sensaciones, que puede ir desde sueños lúcidos, sensaciones de placer y euforia, hasta alucinaciones de diversos grados.
Las drogas usualmente se clasifican según su efecto en el organismo, de la siguiente manera:
- Estimulantes. Aquellas sustancias que producen un “subidón” o efecto de hiperactividad o agrandamiento en las emociones y los niveles de energía del individuo.
- Alucinógenos. Inducen percepciones erradas, misteriosas o irreales en los sentidos del individuo, permitiéndole ver lo que no está allí o incluso experimentar sueños lúcidos.
- Depresores. Aquellos que más bien tranquilizan y adormecen al individuo, disminuyendo su actividad corporal e induciendo a la relajación.
Otra clasificación posible es según su nivel de dependencia:
- Drogas duras. Aquellas cuyo efecto de dependencia es inmediato e intenso, como la heroína.
- Drogas blandas. Aquellas cuyo efecto de dependencia es más leve y requiere de un uso prolongado que las convierta en hábito.
Diagnóstico de la drogadicción
Según los especialistas del área psiquiátrica (DSM-IV-TR y CIE-10), deben cumplirse ciertos rasgos de consumo y de comportamiento en los individuos para que puedan ser considerados drogadictos. Basta con que se presenten tres de los siguientes en un período continuado de 12 meses:
- Tolerancia creciente a la sustancia. Ésta hace cada vez menos efecto y se debe consumir más cantidad para sentir el mismo efecto.
- Síndrome de abstinencia. Cuando deja de consumir la sustancia por un tiempo prolongado, el individuo se angustia, se siente físicamente mal o se desespera a niveles más o menos incontrolables.
- Descontrol del consumo. La sustancia se consuma en cantidades mayores o durante mucho más tiempo de los que inicialmente se deseaba.
- Sufrimiento por el consumo. El consumo de la sustancia se produce a pesar de conocer sus efectos nocivos sobre la vida (social, física, emocional) del individuo, y a menudo acompañado de un intenso (pero ineficaz) deseo de controlar el consumo o suspenderlo.
- Obsesión por consumir. El individuo abandona progresivamente todos los otros intereses que no tengan que ver con el consumo de la sustancia.
Etapas de la drogadicción
Usualmente se identifican tres etapas en el ciclo de la drogadicción, que se retroalimentan y generan cada vez más daños psicológicos y físicos:
- Angustia por consumir. El individuo siente un fuerte deseo de consumir y un malestar incluso físico de no hacerlo a tiempo. Esto se conoce también como el “craving” (del inglés: to crave, desear muy intensamente).
- Consumo descontrolado. La sustancia finalmente es consumida a pesar de las propias reservas que pueda tener el individuo y al costo (moral, económico, social) que le signifique.
- Culpabilidad. El consumo genera una sensación de culpa una vez que el segmento eufórico o de bienestar transcurre, y el individuo se promete no consumir más o no consumir de la misma manera, una promesa que no podrá cumplirse una vez que inicie el craving.
Sobredosis
Dado que la continua exposición a las drogas va atenuando su efecto en el individuo, éste tiende a incrementar la dosis para poder sentir lo mismo y así se aproxima cada vez más al límite mortal del consumo, pudiendo exponerse a una dosis mayor de la que su cuerpo (a menudo debilitado por la adicción) puede soportar.
Consecuencias de la drogadicción
Las consecuencias de la drogadicción son devastadoras en el individuo y en su entorno sociofamiliar, e incluyen:
- Incapacidad para llevar una vida normal. Eventualmente la droga se adueña de la vida del sujeto consumidor, que empieza a sacrificar cada vez más cosas para tenerla: paga más y más dinero (y a menudo pierde la capacidad normal de generarlo), vende objetos personales, etc.
- Daño físico y psicológico. Más allá del daño emocional que produce en el individuo el ciclo de culpa y desesperación que le destruye su vida, el consumo descontrolado puede conducir a daños físicos (contagio de enfermedades, desnutrición por falta de apetito) o incluso neuronales.
- Aislamiento. Dado lo destructivo del ciclo, los sujetos adictos a la droga suelen aislarse y ser rechazados por sus entornos afectivos: parejas, familiares y amigos, quienes pueden ser víctima de sus necesidades.
- Muerte. Por sobredosis, por complicaciones derivadas o por violencia callejera, dado que el adicto se maneja usualmente en ambientes ilícitos.
Causas de la drogadicción
Mucha de la población mundial emplea drogas blandas de manera absolutamente recreativa y corriendo riesgos moderados. Pero otras personas pueden refugiarse en las drogas para evadir situaciones difíciles de su vida personal, como traumas, pérdidas o sensaciones crónicas de malestar.
Drogadicciones legales
Existe también la posibilidad de hacerse adicto a sustancias de consumo legal, como el alcohol, el cigarrillo, las pastillas para dormir, incluso el café.
Sin embargo, al estar controladas por la ley (y a pesar de que muchas le cuesten la vida a no pocas personas al año), su consumo es tolerado e incluso incentivado abiertamente en la sociedad de consumo.
Prevención de la drogadicción
Para prevenir la drogadicción, sobre todo en las poblaciones vulnerables, se debe informar y educar apropiadamente respecto a ellas y sin tabúes, así como formar valores personales y pasiones vitales que sirvan de contrapeso a lo seductor de las drogas. También resulta indispensable contar con organismos de tratamiento y atención al adicto, que sirvan a la vez para recuperar a los adictos y para disuadir a los posibles consumidores.
Principales drogas consumidas
Las drogas más consumidas del mundo son la marihuana (cannabis), la cocaína en sus diversas presentaciones (polvo, piedras o “crack”), la heroína, el éxtasis (pastillas), el alcohol, el tabaco y los ansiolíticos (pastillas para dormir).